Queridos mamá y papá,
Espero que estén bien y felices. Sé que no les he escrito mucho últimamente, pero también sé que se están tomando un merecido descanso, lejos del ajetreo, de la ciudad y de todo el estrés.
Espero que la estén pasando bien en sus vacaciones, y que no vean más que lugares maravillosos mientras disfrutan de deliciosa comida y bebidas exóticas. Desearía estar ahí, pero sabemos que no es mi viaje para disfrutar sino el suyo.
Recuerdo cuando les prometí que pagaría esas vacaciones para ustedes. Aún no terminaba mi carrera, solo era una estudiante que soñaba y luchaba por un título universitario. Recuerdo la cara de papá cuando le conté mi idea, era una cara que decía: “ocúpate de lo que tienes que hacer antes y deja de soñar tanto”. Mamá estaba más bien entusiasmada a morir, y creo que ya estaba pensando a dónde quería viajar. Hoy, lo importante es que ambos están allí, lejos de todo, y disfrutando de un descanso que debió llegar mucho antes.
Creo que es lo menos que podía hacer para agradecerles por todo lo que han hecho por mí. Me criaron, me vistieron, me alimentaron, y pagaron por mi educación hasta cuando ya no era una obligación para ustedes. Estuvieron ahí para acompañarme cuando fracasé tantas veces, cuando estaba segura de que no iba a llegar a ningún lado, y me aseguraron que todo saldría bien. Todas las veces que quise renunciar a lo que quería, ustedes estuvieron ahí para decirme que sin importar lo que decidiera hacer, me apoyarían hasta el final. Invirtieron tanto en mí, y solo puedo decir que estoy muy contenta de poder retribuírselos, al menos con esto, para empezar.
Espero que se diviertan mucho, que se diviertan como siempre han sabido divertirse, y que traigan cuantas fotos y videos puedan traer. Estaré esperándolos en casa con más regalos y más cosas que agradecen.
