Querida mia,
Recuerdo como si fuera ayer el instante en que te conocí. Me enamoré de tus gestos. Tú me hablabas, yo apenas prestaba atención, me contabas mil historias, siempre tenías algún tema sobre el que charlar.
Solo nos veíamos los fines de semana cuando iba a tu pueblo a visitarte y me topaba con la mirada custodiadora de tus padres. Sabia tus horarios de llegada y de partida y cuando te veía bajar del autobús planificaba lo que haríamos. Siempre que estaba contigo, no existía nada más porque sólo quería sentarme a escuchar las aventuras que me contabas sin parar.
Tras algunos unos meses un día te besé y me dijiste que siempre te guste. Las semanas eran interminables hasta que llegaba otro sábado para verte.
Me tenías enamorado perdidamente no podía dejar de pensar en ti.
Después de un tiempo ya no bajaste de ese bus y te buscaba desesperado, le pregunté a tu amiga por qué no viniste y supe que te fue mal en el colegio y te mandaron con tu tía, y que ya no vendrías porque era muy lejos. Nunca más supe de ti. 7 años después aún pregunto por ti pero ya nadie sabe de tu vida. Yo aún conservo tu chaqueta, aquella que cambiamos un día y le escribiste mi nombre y un te amo al lado. El converso porque te amé desde que te conocí y si te vuelvo a ver mi corazón te reconocerá porque fuiste mi primer amor y aun te tengo intacta en mi mente.
Ahora solo pido a Dios que seas feliz si estás con alguien, espero que te sepa cuidar y amar como yo te amé; y si aún estás sola, ojala que me ponga de nuevo en tu camino.
Te quiero
